Tras estas maravillosas fiestas navideñas (espero que lo hayáis pasado muy bien), comenzamos el año con la crónica de una gran película, navideña donde las haya. Tras esta seguirán otras tantas, pues lo que tienen estas Fiestas es que un servidor tiene mucho tiempo para ver películas y, por lo tanto, comentaros su opinión acerca de ellas.
Empezamos por Qué bello es vivir, la película navideña por excelencia. James Stewart, en uno de los mejores papeles de su carrera, interpreta a George, un hombre desesperado que, tras una vida completamente diferente a la que quería llevar (debido a infortunios personales), decide suicidarse el día de Nochebuena al quedarse sin dinero, pues cree que vale más muerto que vivo. Va a dejar a una esposa y cuatro hijos, pero piensa que así serán felices.
Cuando está a punto de tirarse al agua, aparece Clarence, su ángel de la guarda, enviado por San José ante las peticiones de todo el pueblo, Bedford Falls. George no le cree, y dice que desearía no haber nacido. Clarence le concede el "deseo", y le enseña cómo sería la vida de los demás sin él. Cuando vuelve al pueblo. muchos de sus amigos o familiares han muerto o se han vuelto locos, la gente vive en la indigencia, el pueblo está controlado por un avaricioso magnate y su esposa es una mujer soltera que vive sola. Entonces George se da cuenta de que su vida sí tiene sentido, y le pide a Dios que le devuelva a su vida normal. Se despide de Clarence, y vuelve corriendo a su casa, deseando una Feliz Navidad a todo el mundo. Cuando llega, le comunican que todos sus problemas se han resuelto, pues el pueblo ha hecho una gran colecta para salvarlo. La película finaliza con una de las escenas más emotivas de toda la historia del cine, que tenéis aquí abajo.
Espero que os guste.
Buen resumen, estoy deseando ver la película.
ResponderEliminarTal y como la resumes parece una buena película
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